Estuve
pensando que nombre ponerle a mi blog y saltó como popcorn la imagen congelada
de un plato de cachemas fritas. No hay nada más piurano en el mundo que esta
simpática corvina. Es baratísima, abundante y sabrosa. Hay que comerla con
cuidado, despacio, quitando siempre las espinas y si vas al mercado nunca te
fallará. De manera que la cachema es el pescado insignia de los piuranos
y su consumo es de larga data; sabemos que los primeros habitantes del Perú la
apreciaban mucho, al punto que la exportaban a otros reinos vecinos y la usaban
como una especie de moneda de cambio, que loco, la cachema era como el dólar,
todos la quieran en sus mesas, había una gripe cachemiotica, nadie podía
resistirse, todos caían rendidos ante el poder hipnótico del cynoscion
analis.
Total la cachema es nuestra amiga, toda
una estrella. Hay quienes la desprecian por ser proletaria, pero son muchos más
los que las buscan, las pescan, las cocinan y las comen fritas.
Este modesto rincón está consagrado a
freír todas mis cachemas, es decir, mis amores, mis anécdotas, aventuras y
viajes. Servido, caserita. La cachema esta lista.
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